La
broma de Taxil es vista como la mayor farsa antimasónica, de la
historia. Su autor fue el escritor marsellés él Tazil (1854- 1907).
que quería vengarse de la masonería, de la que fue expulsado,
acusado de plagio, en el año 1882. Léo Taxil había escrito y
publicado distintos libros, de gran contenido anticatólicos, donde
se solía describir a la jerarquía católica, como si fuera sádica
y hedonista. Entró en la masonería, en el año 1881, pero su paso
fue bastante efímero, ya que a los diez meses de su ingreso, fue
acusado de plagio y, por esta razón, fue expulsado. Tras la
publicación de la Humanus genus, por parte del papa León XIII,
Taxil vio como confesaría, a posteriori, una gran oportunidad para
poder llevar a cabo una acción, que pudiera ridicularizar a la
Iglesia Católica y le iba a permitir vengarse de la masonería, por
haber dado el paso de expulsarlo. En 1885, fingió que se había
convertido al catolicismo y anunció su intentó de poder reparar el
daño que le causó a su verdadera ge. Después, se inventó una
orden masónica satánica, con el nombre Palladium, cuya labor más
importante, es la de dominar el mundo. El supuesto objetivo del
escritor era llegar a denunciar dicha orden, haciendo publico sus
secretos y las acciones, que llevaban a cabo dicha sociedad. Siguió
acusando a la masonería de llegar a incentivar, entre sus
seguidores, el vicio o, incluso, el asesinato y de ser una secta
satánica, cuyo culto giraba alrededor de Bafomet. Todo era mentira.
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