martes, 15 de mayo de 2012

Pervertir el arte de la narración, de la mano de Carlos Somoza



José Carlos Somoza acaba de lanzar al mercado su undécima novela, que es un claro homenaje a la tradición oral y, así, “Tetrammeron”, se presenta como una metáfora del paso de la infancia a la madurez, que se emplea, como hilo conductor, una serie de perturbadoras historias, que son narradas por cuatro personajes, muy extraños. Según el autor, en la novela ha logrado reflejar todas sus obsesiones. Y, es que los cuentos que forman parte de Tetrammeron, nos van a permitir rastrear toda la trayectoria literaria, anterior, del escritor. Así, podríamos hablar de una especie de resumen, donde nos vamos a encontrar con todos los temas y símbolos, de novelas como Clara y la Penumbra o La Dama Número trece. En esta nueva novela, nos encontramos que todo es simbología, desde el propio nombre de la protagonista, Soledad, una niña que se siente invisible, en medio de su familia, sus compañeras, sus maestras y que, durante una excursión, se encuentra con cuatro personajes, llenos de misterio, que van a contar historias, alrededor de una mesa. A través de la escucha de estas perturbadoras narraciones, muchas de las cuáles están llenas de horror, la joven va a ir dejando la infancia. En ningún momento, no estamos hablando de una niñez pervertida, sino del paso, de una manera simbólica, de la niñez a otro nivel. “Tetrammeron cuenta esa destrucción por la que todos pasamos para llegar al sentido de lo que es el adulto, la madurez. Una transformación siempre lleva consigo una parte de pérdida de las cosas que antes se tenían, de lo que se era", señala el autor.
Foto: fuente

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