Es algo que no es
raro, en los últimos tiempos: un gran número de fanáticos, que
deciden asaltar las estanterías; personas que son capaces de esperar
colas interminables, para poder conseguir la última entrega de su
saga favorita o se desesperan si el título que desean, se han
agotado. Nos encontramos con jóvenes, a los que no les suele gustar
leer, otros que pasan de los cincuenta años de edad y que nunca
habían leído un libro de fantasía, hasta este momento. Y, es que
estamos viviendo la fiebre por los libros de fantasía, una auténtica
epidemia. Libros que eran leídos, hasta este momento, por minorías,
han logrado estar entre los 20 más vendidos, en las listas de
éxitos, verdaderos bestsellers. Tenemos dos sagas: Canción de hielo
y fuego de George R.R.MArtin, que es muy conocido por su primera
entrega, Juego de tronos; y, la distopía Los juegos del hambre, de
Suzanne Collins, una saga de ciencia ficción, bajo un tono mucho más
juvenil. El antecedente de este éxito, lo encontramos en la saga de
Harry Potter o en las obras de Tolkien, que siempre han tenido una
gran salud, en el caso de las ventas. Pero, hoy en día, El nombre
del viento, de Patrick Rothfuss, es una saga fantástica, de gran
éxito. Este tipo de éxito se basa en la técnica del boca a boca,
que ha sido el mejor marketing que existe.
Foto: fuente
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