miércoles, 28 de marzo de 2012

Lovecraft, el autor del terror (IX)


En esta nueva etapa en Providence, el escritor se ve superado por la soledad y la frustración, unido a una enorme sensación de fracaso, que le rodeaba, en su día a día. Empieza a disfrutar de largos paseos, durante la noche, que van a repercutir en su hundimiento personal y van a crear, en él, na esfera de miedos, que es casi invisible, que nunca va a ser capaz de superar, aunque, de manera paralela, inicia su momento de esplendor, como escritor, ya que escribe la mayor parte de sus obras de importancia, como son La llamada de Cthulhu (1926); En las montañas de la locura (1931) o El caso de Charles Dexter Ward, que se publicó en la revista Weird Tales. En esos años establece amistad con otros escritores jóvenes, como Donald Wandrei, August Derleth o Robert Bloch, además de empezar a mostrar preocupación por las condiciones políticas y económicas, que rodean a su país. Durante la Gran Depresión, mostró todo su apoyo a Roosevelt y se convirtió al socialismo, eso sí, moderado. Al mismo tiempo, seguía estudiando, desde filosofía, literatura o historia de la arquitectura. Sus últimos años fueron muy duros, ya que a pesar del duro trabajo y sus esfuerzos, por ser un escritor respetado, se encontró con la pobreza, de frente. La muerte de su amigo íntimo, Robert E. Woward, el 11 de junio de 1936, que se suicidó, lo dejó muy desconcertado y con una profunda tristeza.
Foto: fuente

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