Cuando
se le pregunta por el éxito de los autores escandinavos, que están
dedicados a la novela negra, la escritora ha explicado que, en
Suecia, hay una gran tradición, de dicho género, desde la década
de los años sesenta, con una gran crítica social, como trasfondo,
que ha tenido mucho éxito. Para la escritora, las críticas a la
sociedad le interesan a muchas personas, ya que mucha gente, desde
fuera, tienen una imagen de Suecia demasiado idílica y de gran
bienestar. Este tipo de novelas buscan mostrar la otra cara. Hace
unos veinte años, las mujeres comenzaron a escribir novela negra y,
con ellas, surgieron nuevos elementos literarios, como pueden ser la
vida cotidiana, las relaciones personales o la psicología, con lo
que el género se hizo mucho más amplio. Este mundo corriente,
también, aparece en las novelas de la autora, que las suele
ambientar en la isla de Gotland.
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