domingo, 12 de febrero de 2012

Los cuentos de Mijail Bulgakov (II)


Un relato que debemos tratar, de una manera especial, es “Morfina”. Es un diario de un compañero del médico Poliakov, el protagonista de la novela, que, en el momento en el que fallece, deja un duro relato, que es una especie de confección, que es la crónica de la destrucción de una persona, que se describe con palabras turbadoras -muy influenciado por la etapa del escritor, en la que sufría una adicción por la morfina-. Al inicio de su horrible vivencia: "No puedo dejar de alabar a quien por primera vez extrajo la morfina de las cabecitas de las amapolas. Es un verdadero benefactor de la humanidad" y acaba confesando que "Me he destruido solamente a mí mismo" . En dicho relato nos encontramos con momentos muy duros: "La muerte de sed es una muerte paradisíaca, beatifica en comparación con la sed de morfina (…) En realidad no es un diario sino una historia clínica (...)Si yo no estuviera marcado por mi formación de médico, afirmaría que normalmente el ser humano sólo puede trabajar después de una inyección de morfina”
Foto: fuente

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