miércoles, 15 de febrero de 2012

Jane Eyre (II)


La joven Jane Eyre hace amistades como es Helen Burns, una niña que pronto muere, a causa de la pulmonía, lo que significa una huella, que no es capaz de borrar, de estoicismo y en su fe cristiana. Una epidemia de tifoidea mata a muchas alumnas, pero significa una mejora en la calidad de vida de la institución. Jane se queda dos años como maestra en la institución. Cuando la señorita Temple se casa, Jane se da cuenta que no tiene nada que hacer en la institución y decide contestar a un anuncio, en la prensa, donde se busca una institutriz privada y se va a trabajar con la señora Fairfax de Thornfield. Justo antes de que se vaya a la institución, recibe la visita de una antigua cuidadora, Bessie, quien le dice que, siete años antes, un tío suyo se acercó a Gateshead a buscarla, antes de irse a vivir a Madeira. En su nuevo puesto de trabajo, como institutriz de la señora Fairfax, no se siente a gusto en esta nueva vida, ya que necesita algo, que esta vida no le da. Y, es que su vida rutinaria, le agobia. Un día, cuando iba hacia el pueblo de Hay, ayuda a un hombre que se caído de un caballo. Al volver a la casa, se da cuenta que es su jefe, el señor Rochester. Él demuestra ser directo y bastante abrupto y ella le contesta con talento y mucha inteligencia. Al poco, se convierte en una especie de confidente de su jefe, que le cuenta que su hija Adele es fruto de una relación extramatrimonial con una bailarina francesa, que le traicionó.
Foto: fuente

No hay comentarios:

Publicar un comentario