lunes, 9 de abril de 2012

La primera parte de Don Quijote de la Mancha


Esta primera parte se inicia con una burla sobre la erudición pedantesca y con unos poemas muy cómicos, como si estuviéramos ante un preliminar, que se han compuesto en alabanza de la obra, por parte del propio autor, quien se justifica diciendo que no encontró a nadie que quisiera alabar una obra tan extravagante como esta, como se sabe por una carta de Lope de Vega. A lo largo de esta parte, nos encontramos, por ejemplo, que el cura habla de una escritura desatada, que es libre de toda norma, donde se mezcla lo “lírico, épico, trágico, cómico” y donde se van a entremeter, a lo largo del desarrollo de las historias, que son un ejemplo de distintos géneros, como pueden ser: Grisóstomo y la pastora Marcela, la novela del Curioso impertinente, el discurso sobre las armas y las letras, la historia del cautivo, el discurso sobre la Edad de Oro, la primera salida de don Quijote solo o la segunda, donde ya aparece con su inseparable Sancho Panza. En esta parte, se nos presenta al protagonista, Alonso Quijano, un hidalgo pobre, que se vuelve loco, por culpa de los libros de caballerías y piensa que es un caballero medieval. Y, empieza todo un conjunto de hechos inverosímiles y ridículos, que buscan burlarse del tipo de libros que estaban “de moda”, en aquel momento.
Foto: fuente

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